[Article publicat en castellà]
En las últimas semanas los medios de comunicación se han llenado de proclamas de variados y potentados representantes públicos sobre su predisposición a un gran acuerdo para salir de la crisis en la que se encuentra España. A mi me parece muy bien, yo también estoy de acuerdo en que haya un gran acuerdo, e incluso se me ocurren algunos contenidos para ese compromiso colectivo que podrían ayudar a superar la situación. Seria bueno que las declaraciones del Rey Juan Carlos fuesen acompañadas de un compromiso de reducir los gastos de su Casa Real en, al menos, un 25%. Seria bueno, igualmente, que las declaraciones del PSOE, del PP, de CiU,... fuesen acompañadas de compromisos concretos de reducir los gastos de sus cargos públicos, de confianza, de representación, etc. En, al menos, un 25%.
No estaría mal que cuando los banqueros y empresarios nos apremian con la conveniencia del acuerdo se dispusieran a asumir su parte proporcional de responsabilidad en la especulación, el despilfarro y la mala gestión de los últimos años en los que la usura y las ganancias desmedidas han campado a sus anchas. ¿Que van a aportar ellos? Convendría que aquellos que se han beneficiado de la supresión del impuesto sobre los grandes patrimonios y de las rebajas fiscales que han sacado adelante los gobiernos autonómicos y el gobierno central en los últimos años nos dijeran cual va a ser su aportación. Y que los que ganan más de 3.000 euros al mes se comprometiesen a contribuir proporcionalmente a la Seguridad Social. Que las prejubilaciones en sectores como la banca o las comunicaciones se hiciesen no solo para mejorar las cuentas de resultados de las empresas y que estas contribuyesen en mayor proporción.
Impulsar que se buscasen los inmensos agujeros del fraude, se redujesen los privilegios empresariales para realizar contrataciones sin cotización (becarios y becarias, exenciones, ayudas directas, etc) y se redujese la precariedad en la que trabajan miles de personas por encima de lo que se cotiza por ellas. Que se apostase realmente por la creación de empleo de calidad en aquellos sectores de mayor desarrollo potencial como la energía, la lucha contra el cambio climático, las comunicaciones y las nuevas tecnologías, las prestaciones sociales y la sanidad, la investigación y producción agroalimentaria, etc. Y que no se nos amenazase con prolongar la vida laboral hasta los 67 años, con rebajar las indemnizaciones por despido, con recortar los derechos laborales y otras lindezas.
Hechas las cuentas con transparencia y claridad aquí está la disposición a la moderación, la austeridad, la aportación proporcionada y el sacrificio solidario, con la mirada puesta en el conjunto de la sociedad y no en los beneficios de los poderosos y los privilegios de los de siempre. Acordemos.
Diputada de Iniciativa y portavoz adjunta de Compromís
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